Cordero

Descubre Cordero: Una Experiencia Culinaria y Artística

Al cruzar el umbral de Cordero, te sumergirás en una experiencia cuidadosamente orquestada. El espacio combina calidez, diseño contemporáneo y un profundo respeto por la naturaleza y el arte. Un vibrante mural, que representa un hombre y dos leopardos, te da la bienvenida, declarando una identidad donde lo salvaje, lo auténtico y lo propio son celebrados.

Las mesas de líneas limpias contrastan con sillas aterciopeladas en tonos vino que abrazan el cuerpo, creando un ambiente acogedor y sofisticado. Cada plato es una obra de arte curada, donde texturas, colores y formas dialogan con la vajilla artesanal y un servicio que se distingue por su discreción.

Un Viaje de Sabores Inolvidables

El menú sorprende con creaciones que deleitan sin ser abrumadoras. Comienza con un tierno tartare de res, adornado con delicadas emulsiones verdes, flores comestibles y queso curado rallado, una sinfonía de frescura y precisión. Le siguen jugosas carnes, cocinadas a la perfección y bañadas en una potente reducción que acaricia el paladar. Todo esto, acompañado de una selección de vinos tintos impecablemente elegida, parece anticipar tus deseos.

Los postres son pura poesía, presentados en bases que imitan la corteza de un árbol o con combinaciones de cacao, avellanas y bizcocho aireado que desafían toda definición. En Cordero, cada detalle, desde la luz natural hasta las postales de ovejas que acompañan el final del servicio, refuerza la idea de que no solo vienes a comer, sino a sentir.